El reggaetón es un género musical radical. Existe quien lo ama y quien lo odia. Basta con navegar (o naufragar, según sea el caso) por Internet para encontrarse todo tipo de propaganda anti-reggaetón; imágenes y videos demostrando el por qué el punk, rock, metal, reggae son superiores o ya de plano foros llenos de gente que critica sin piedad a esta música que hoy es tan popular. ¿De dónde sale todo este odio? Más allá de eso, ¿cuál es el origen del reggaetón?
Su origen aún no queda claro y es objeto constante de debate. ¿Surgió en Panamá o en Puerto Rico? Se dice que las raíces del género comienzan en la década de los setenta en Panamá y que su primera explosión musical se dio en Puerto Rico durante 1990 ya con un sonido modernizado y refinado que se le conoce el día de hoy como reggaetón.
El género parte de la fusión del reggae y el rap en español. Todo comienza cuando en la década de los setenta se hacían las adaptaciones al español del reggae jamaiquino mientras se utilizaba la melodía de la pieza original. Algún tiempo después, algo así como en la década de los ochenta (nada más 10 años de diferencia) el rapero Vico C. lanzó discos de hip hop en Puerto Rico, que ayudó a definir el sonido del reggaetón y a extender su influencia.
A pesar de que la música ya se había definido, aún no era del todo notoria ni aceptada en Puerto Rico por lo que se distribuía de manera clandestina, hasta que Playero 37 logró poder comercializar su primer cassette.
En ese entonces, ¿qué tipo de letras predominaban?
Se cantaba acerca de denuncia social, se incitaba a la reflexión, se contaban anécdotas y se hablaba de amores y desamores manteniendo la rima que predomina en el rap y el raggamuffin que es un estilo de melodías rítmicas, constantes e improvisadas. Incluso, dentro de un género predominado por hombres, existen mujeres que han cantado y participado dentro de la música reggaetonera como lo son Ivy Queen y Glory, por mencionar algunas.
En la actualidad hay quien afirma que existen mensajes subliminales de adoración al diablo dentro de las letras y que algunos videos musicales incitan al satanismo, pero eso es lo que se dice, lo que claramente todos podemos ver y escuchar, es que las letras resultan misóginas, es decir, Irrespetuosas y ofensivas para la mujer que es vista como sólo un objeto sexual y nada más, cuando en realidad, la mujer es mucho más que eso. La lírica ha terminado por ser considerada tan ofensiva, que en Honduras una diputada lanzó una iniciativa para censurar las letras negativas que tiene el reggaetón en su difusión por radio. O que me dices del característico baile llamado perreo, nombrado así por la posición que tiene la mujer respecto al hombre, que asemeja la posición que adoptan los perros en el momento de cruzarse, que aquí en México a provoca que se lance una iniciativa para prohibir su expresión en centros escolares en México y quizás logre escalar hasta antros y bares.
Y bueno, tal vez no es para tanto, el objetivo no es censurar todo el género, sino que las temáticas que aborden no sean denigrantes hacia ninguna persona, como lo hacen algunos artistas que dicen tocar reggaetón cristiano, y aunque no se trata de predicar la palabra de Dios en todas sus canciones, ellos mantienen valores dentro de la lírica de sus piezas.
Por ejemplo, en España se inició una escuela de verano en la cual se imparte un taller para los jóvenes adolescentes de 11 hasta 14 años donde los chavos analizarán los contenidos violentos y sexistas del reggaetón con el objetivo de poder detectar la relación entre los roles amorosos y la violencia del género. Más allá de criticar el contenido lírico de la música, lo que este taller quiere lograr no es atacar al reggaetón en sí, sino lograr que sus participantes puedan crear un contenido que se enfoque en la igualdad de género utilizando los elementos musicales que contiene el reggaetón.
Aunque se intente censurar cómo se baila y los contenidos negativos de sus letras, aún existen iniciativas para limpiar el nombre del género y crear contenidos que abarquen otras temáticas, y en su propia manera de ser, contrarreste lo misógino de sus letras sin tener que recurrir a la censura. Esto demuestra que la música es rescatable si se logra fundir con el mensaje adecuado.
Quizás donde podríamos poner la mirada es también en la comercialización del reggaetón, de tal manera que se le pida a las difusoras que también promuevan otros contenidos reggaetoneros que sí existen.
Al final del día, el reggaetón termina siendo uno de los géneros musicales más populares del momento, pero también uno de los más controversiales a nivel global. ¿Qué mensaje crearías tú? ¿Crees que se podría modificar su contenido para hacerlo menos denigrante y más accesible sin caer en lo vulgar? ¿Puede haber otra manera de bailarlo?
Piénsenlo, discútanlo y platiquen qué opinan de todo esto.
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Nota del autor: Este texto lo escribí para una revista que se distribuye a chavos de secundaria. En verdad lo difícil del texto es dejar la opinión a un lado y buscar fuentes 'coherentes'. Realmente no puedo decir que la música es una mierda y justificarlo desde mis entrañas.
Se aceptan opiniones, sugerencias y lo que gusten.