Montañas que deciden volar,; océanos que se traslada a la tierra y deja morir a las medusas, peces y a Bob Esponja en una nueva encontrada tierra, el cielo y el fuego se juntan en uno solo quemando cabelleras y pulmones que no sean resistentes al alquitrán, los muertos resucitarán de sus tumbas al no encontrar más espacio en la otra vida y terminarán votando por el PRI de nuevo...
En fin, cada quién tiene distintas maneras de imaginar el final del mundo y poco a poco el cine, las historias y los locos quieren hacer de esto un sueño realidad.
No me es raro ver que alguien quiera programarse para el final del mundo, muchas sectas religiosas han estafado a sus miembros haciéndoles creer que son verdaderos profetas y les prometen salvación, vida eterna y posiblemente un six de chelas si todo sale bien. Les quitan sus ahorros, fallan en su predicción y ponen otra... al parecer malinterpretaron cuántos agujeros tiene Bob Esponja y al final el resultado es 21 de octubre del 2011. ¡Cómo no lo vieron antes!
Cada vez nos programamos más para el fin del mundo. Algunos quieren que sean zombies arranca cabezas los que terminen con la vida como la conocemos, una última lucha de supervivencia que involucre sesos derramados, escopetas, municiones y una vida de correr maratones ante individuos que ya están más podridos que otra cosa. Cada quién lo que le acomode.
Al final, sí quiero que haya un "Arrebato" (Rapture) en el mundo. Uno que se lleve a todos los políticos lejos de aquí, mate a los narcos y nos deje con los Ositos Cariñositos en una especie de éxtasis infantil. Así que, Osos, si están ahí... ¡llévense a Calderón!