martes, 21 de junio de 2011

Caprichos encaprichados

You put your best foot forward
you're taking two steps back!
You're getting nowhere faster
And now there's no turning BACK!
Hero's Soul - Metal Church

Pocas veces me encapricho con algo. Sin duda a todos nos gusta cuando las cosas salen bien, planeado o sin planear y terminar el día con un buen sabor de boca. Levantarse al día siguiente, verse al espejo y decir sin reparos: "Soy un chingón." Mamasearse frente al espejo, meterse a bañar y peinarse mamaseándose frente al espejo. ¿Por qué no? Se vale. De la esperanza parte la desilusión cuando no se cumplen nuestras expectativas, más cuando las anhelamos tanto, lo suficiente para que nos encaprichemos con que ocurra.

¿Qué es ese capricho que tengo? Lo tengo con la existencia y el balance del mundo. Sólo quiero que las cosas salgan bien y se acabe. No quiero ni me interesa pensar que lo que ocurra es sólo el peldaño o el plan maestro del destino para algo más grande que mi ser. Simplemente quiero que esto acabe y ya, salir victorioso, ver de lejos a la derrota, pensar que sí se puede hacer justicia.

O iluso yo... no depende de mí. Ya puse todo lo que podía de mí en esta empresa y mañana depende de factores lejos de mi control que las cosas salgan bien.

¿Qué es eso que tanto me da vueltas en la cabeza? Lo que he maquilado durante algunos meses que tiene la posibilidad de concluir mañana. De recuperar lo que es mío, de descubrir que hay algo de justicia, de no ser el 'dejado' dentro del esquema general de la impunidad. Si alguien es impune a algo es porque nosotros lo dejamos ser. Hice algo... quiero que ese algo tenga consecuencias positivas... aunque dudo que las tenga.

Las cosas saldrán como deban salir. Al final, soy una mejor persona.

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