domingo, 26 de diciembre de 2010

Subió la tortilla... también la cerveza

Y ya estamos en la recta final del año, de una década donde se ha predicho varios finales del mundo y que aún no hemos visto algún meteorito avecinándose a gran velocidad a la órbita terrestre cargado de arsenal nuclear y manejado por el mismísimo Superman. Seamos sinceros, es menos chamba exterminar a quienes se la vive salvando, que estarlos rescatando de todo (además, rescatar a un gatito de un árbol lo puso de malas). Pero bueno, el chiste es que si están leyendo esto, es que la civilización se mantiene semi-intacta, el mundo gira y seguimos vivos y coleando (y yo con manos para escribir esto).

Quizás bajo la melancolía de otro final de ciclo para muchos, aunque pasar de año es como pasar de cualquier día, trae aquellos propósitos y sueños que nos gustaría cumplir en el transcurso de 365 días y que quizás se queden en eso; un propósito ahogado por una uva. De mientras el frenesí por comprar cigarros antes del doloroso aumento de 8 varitos al vicio de muchos, también se avecina un aumento en la tortilla, y con ello, en los tacos de cualquier tipo... chan chan chaaaaaaaaaaaan.

Pero no es algo que no se viva antes, siempre parece ser lo mismo. Algo, quién sabe qué, a partir de una extraña especie de catafixia mal jugada a nivel financiero y económico afectan los precios de nuestro país y con ello, un espantoso y atemorizante aumento en impuestos, o si no es eso, la leche, la gasolina, el corte de cabello, y por supuesto, el festejo de poder crecer el salario mínimo en 50 centavos (¿cuántos salarios mínimos se necesitaron para el rescate del Jefe Diego? a no, que ellos nunca conocerán tal cifra). En fin... no es nuevo que algo suba y desafíe la ley de la gravedad, pues en México no todo lo que sube tiene que bajar... pero puede seguir subiendo.

Los sindicatos están fregados, corruptos y han perdido razón de ser, la ciudad no pinta para terminar de reconstruirse y evolucionar, además de la constante amenaza de otra línea del Metrobú y un segundo piso que será de cobro... pagado con el dinero de los contribuyentes. Pero eso sí, sabemos que nos andan estafando, nos quejamos y dejamos que lo sigan haciendo... pero eso ya es meterse en otro campo quejumbroso en el que aún no tengo ganarse de adentrarme como Alicia lo hizo en su cuento.

Así que por todo esto y más, festejen este fin de década, de año como puedan... quizás sea más difícil hacerlo conforme rueden los años y a los políticos se les mueran las neuronas.

Yo de mientras, a pesar de no ser una persona mal intencionada, comeré 12 uvas deseando que las 7 vidas de la Maistra Gordillo se acaben pronto y deje de joder el sistema corrupto y a ver qué pasa. Pero es por el bien de todos... espero...

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Échense un pedo o eructo aquí.