miércoles, 25 de agosto de 2010

Lo que cae del cielo...

"Opportunity came to my door
when I thought I might need a ride
but I said I'm doing alright
turn around and start to see

Yeah, life is boring- Monday,Tuesday
The machines are roaring-Wednesday,Thursday
Friday, and the rain keeps falling
just like everyday"
Opportunity - Gamma Ray

Una cosa es cierta: No todo lo que cae inesperadamente del cielo literal o metafórico es bueno. Cada vez que me cae una cagada de pájaro en la tatema o en cualquier sagrada playera metalera (por ser negras se nota más) evito hacer corajes y patear el piso (más que nada por el bienestar de mis paturcias) y pienso que debe ser de buena suerte.

¿Por qué sería de buena suerte? De cierta manera no siempre nos cagan encima, es decir, si el karma existe, ese pequeño desperfecto debe ser compensado por uno bueno; pero si también el karma existe en el mundo animal... no me imagino que tamaño de cagada les debe caer a los pobres pajaritos. Aparte, siempre está el dicho: "Podría ser peor." Así es... las vacas ya pudieron haber mutado y haber crecido alas... y señoras y señores, lectores de esta entrada... una cagada de una vaca a esa altura, ya hubiera dejado varios descalabrados y encabezados del Metro en cuestión de segundos. Por lo que creo que es mejor un pájaro a una vaca voladora. (O la resurreción de algún Pterodáctilo)

A veces la no espera es mejor que la espera. Lo que derepente cae sin aviso alguno es más fácil de lidiar que lo que ya venimos anticipando. Se crea una expectativa (buena o mala) de algo que puede o puede que no sea llenada por completo. Durante un tiempo pensamos en ello, en lo mal o bien que nos va a ir para que el resultado final quizás ni si quiera pase lo que creíamos. Pero de mientras ya quedamos ilusionados o sufrimos durante un rato con sólo pensarlo.

Mañana pediré el primer aumento de toda mi vida. ¿Cómo chingados lo pediré? No lo sé... nunca lo había hecho. Una parte de mi se prepara para el rechazo y la otra, para abrazar el pequeño aumento que puedo recibir. De mientras ya inventé como 30 inicios 'rompe hielo' en los que no se encuentra ningún chiste de Polo Polo, pero que quizás funcionen. Si el jefe llegara y me dijera que me lo da sin siquiera haberlo pedido, otro gallo cantaría. Lidiaría con la felicidad de lo no planeado; lo espontaneo y me ahorraría aprenderme los chistes animados de YouTube. A ver cómo me va... pongan changuitos.

Por el otro lado, la chamba siempre me ha llegado de sorpresa: 'Oye, necesitamos a alguien que...' Órale, yo lo hago. '¿Podrías hacer...? Oye, oye... cine y cena primero y está en veremos.

Así me llegó la chamba como colaborador en Tiempo Libre hace 6 ó 7 años, y así terminé haciendo publicidad a Crepúsculo hace 2 y cacho, creando un perfil de 'Edward' en Hi5. Una chamba que tampoco pedí, pero hice. El proyecto en el que participé por un par de números también cayó de la nada, y ahora se encuentra en standby, pero recibí una lanita aparte.

Para el siguiente número tenía que entrevistar a alguien de radio y lo primero que hice fue preguntarle a mi mamá si tenía algún conocido por ahí. De hecho lo tiene, y aunque lo borré de Facebook hace tiempo (no sabía quién chingados era), al parecer es la persona que me podrá hablar de la radio una vez que el proyecto se encarrile de nuevo. Curiosamente, es ese mismo ente el que puede ser mi conecte para una primer chamba de tiempo completo, así sin más, en radio. Mejor que muchas opciones que tenía contempladas... y de ahí a ver pa dónde me movería.

Es hora de agarrarse los huevos y decir que lo haré. Mandar a la verga a la postergación; ser proactivo como por segunda vez en mi vida y comenzar a agarrar la vida por los cuernos... digo, ¿qué tan malo puede ser?

2 comentarios:

  1. Un cake de pájaro te ensucia la playera pero te libra del karma... es como esa creencia de que cuando se rompe un vaso no estás desperdiciando tu dotación de por vida de suerte en mantenerlo intacto.

    Total... como bien dices, mientras no vuelen las vacas o los hipopótamos (que estos últimos además como que juegan a aventar sus gracias en todas direcciones haciendo con su colita como si fuera un ventilador repartidor de caca...), estamos a salvo.

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  2. ¡Gusto verte por acá! Pues sí, creo que todo saldrá bien mientras no haya animales de más de 4 kilos volando. Eso nos incluye, pues con eso de que nos encanta mear todo a nuestro paso, la agüita amarilla puede terminar en más lugares que los ya conocidos.

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