lunes, 4 de octubre de 2010

El Transporte Público y Tú

"I've got no time for decisions
All I can do is complain
They threaten with institutions
I think they're all insane..."
Flee From Reality de Metal Church

Siempre habrán buenas noticias y malas. Algunas simplemente depende del matiz y serán enteramente subjetivas a la hora de ser apreciadas. No es lo mismo festejar la muerte de un dictador que ser el hijo de dicho tirano. Mientras que el pueblo festeja, los familiares lo lloran (a menos que haya sido algo así como padre tiránico, pero bueno... cada quién).

Lo mismo pasa con los eventos relacionados con las obras públicas. Unos corren despavoridos a la simple mención de nuevas obras viales mientras que otros aplauden y salen a la calle a gritar por más. En este aspecto creo nunca estaremos de acuerdo, ya que las opiniones al respecto van desde apruebo hasta condeno, y lo peor, es que hay quien lo agarra por el lado de tintes políticos que muchas veces ni al caso. Es decir, por apoyar una decisión uno es pollo o pitufo, aunque uno simplemente sea apolítico, al menos lo que he visto en Internet.

Si no saben, que no les cuenten, mejor entérese que próximamente habrá una cuarta línea del Metrobus en nuestra querida ciudad rondando de Tacubaya a Santa Fe. Terror corrió por mis venas por el mero pensar de tener que soportar obras en algún otro punto de la ciudad, siendo actualmente asediado por la línea 12 del Metro y la línea 3 de dicho Metrobus. Ni para dónde hacerse cuando ya andan planeando construir la cuarta...

Odio cómo quedó Xola después de la línea 2 del Metrobus. Odio no poder dar vuelta a la izquierda. Pero supongo que para aquellos carentes de automóvil, debe ser una gran opción tener un medio de transporte un poco más seguro que el pesero convencional. No puedo asegurar nada, pero al menos creo que el Metrobus no ha sido asaltado tan cotidianamente como un pesero de cualquier ruta.

La pesadilla de las obras son para las vialidades. Al menos mientras duran y después cuando acaban... Odio Xola. Odiaré Cuauhtémoc. Pero quizás este tipo de acciones sean las que conlleven a una cultur de transporte público dejando atrás el vehículo particular. Eso sólo garantizando la eficiencia del transporte que nos andan imponiendo, pues hay un ligero detalle: con el transporte público nada es seguro. Tanto te puede tocar vacío, como lleno; como se puede tardar 5 minutos como 20 minutos. Y esto aplica a TODOS sin excepción.

Si hubiera una garantía de al menos poder subirte sin la necesidad de respirar el sope del prójimo, y sin tener que dejar pasar varios camiones/metros/metrocamiones otro gallo cantaría y al menos yo, no me importaría tener que depender del carro para ciertos lugares. Ahora, yo soy alguien que no usa mucho el carro... no me gusta usarlo entre semana. Nunca sabré si tardaré más manejando o buscando un lugar donde dejarlo, o si de plano deberé hacerme cuate del franelero para que me haga el paro (cosa que no me gustaría... intento no darles dinero).

Eso si contáramos con un transporte eficiente, cosa que no. Nunca ha pasado y sigue sin solucionarse. No se solucionará con más líneas de Metrobus, sino con más Metrobuses. No sólo eso, que estén ordenados y tengan horarios. Pero sé que es mucho pedir.

También está el siguiente asunto: el sexo.

No, no, no... no me refiero a que se lleven actos pornográficos en el transporte (aunque me han dicho que hay prostitución en el metro, así que quién sabe) de tiro por viaje. Me refiero al género que cada quién tiene, hombre, mujer o confundido. No importa... el caso es que no es lo mismo para un chavo subirse al transporte que a una chava.

Siempre será la misma queja, y es que los muchachones andan metiendo mano donde no deben y obviamente debe ser un martirio viajar teniéndote que cuidar las nalgas de la mano del cuate de al lado. Menos en hora pico donde uno debe aguantar manos que no funjan como extremidades propias o muchas veces las miradas lascivas.

No porque alguien lleve escote, nos desea. No porque alguien lleve falda, nos desea. Sin embargo, creo, o al menos de las quejas que han alcanzado mis oídos, la realidad parece esa. Es cierto que somos mirones... pero hay miradas y miradas.

El punto es que si no se corrige este asunto, no se podrá crear una verdadera cultura en pro del transporte público. Si los tiempos son tardados, eficiencia mala y encima aguantar al sexo opuesto que anda como gacela en celo, viajar siempre será tortuoso.

Estoy en pro de las obras en beneficio del peatón... pero preferiría que los sistemas que ya tenemos se perfeccionen a seguir engendrando más sistemas que necesitarán perfeccionarse después.

Vamos parte por parte, dijo Jack el Destripador.

2 comentarios:

  1. Cuando terminaron las obras del Corredor Cero Emisiones (trole en Eje Central) e inicio el nuevo servicio, funcionaba como querrías que funcionara. Los operadores tenía horario, se vigilaba que los automovilista no entraran al carril del trolebus y expedían las multas correspondientes. Había agentes de transito en cada esquina del eje. Claro está, ya no es el caso pero por poco más de un mes se disfrutaba ir en trole.

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  2. Supongo eso falta... disciplina y constancia de parte de las autoridades...

    Gracias por comentar, mi estimado Ramón ;)

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